En las últimas décadas, la sociedad occidental ha enfrentado diversas crisis sanitarias y de salud pública que han impulsado el desarrollo de nuestro sistema de prevención, atención y cobertura. La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha evidenciado la necesidad de una profunda reforma del sistema sanitario para lograr una mayor coordinación entre las autoridades sanitarias, una mejor distribución de recursos y una atención médica equitativa y de calidad para todos los ciudadanos.
Las tecnologías digitales avanzadas, como el Big Data o la Inteligencia Artificial, tienen el potencial de transformar el sistema sanitario en múltiples aspectos, desde la atención diaria de los pacientes hasta la gestión global del sistema y sus recursos.
La «salud pública inteligente», que se aplica en crisis sanitarias y epidemiológicas, se basa en la integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los sistemas de salud pública, combinadas con avances en genómica, biotecnología y análisis masivo de datos. Este enfoque está cambiando la forma en que se promueve la salud y cómo se previenen, anticipan y tratan las crisis sanitarias.
Este proceso ha llevado a avances significativos en el ámbito de la atención sanitaria, pero se espera que en el futuro haya una transformación total en el campo de la salud, los servicios médicos y la sociedad en general, debido a la continua revolución de estas tecnologías en el enfoque, la interpretación y la implementación de este sector.
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